Tu voz es un tesoro, pero está expuesta a muchos factores que pueden dañarla. ¡Aprende a cuidarla ahora!
Hablar o cantar sin descanso fatiga tus cuerdas vocales. Gritar o susurrar también las daña. Alterna períodos de uso con descansos.
Tus cuerdas vocales necesitan estar húmedas para vibrar bien. Beber poca agua las reseca y reduce su flexibilidad. Mantente hidratado.
El estrés afecta tu postura y la calidad de tu voz. Relájate con ejercicios simples como estiramientos o respiración profunda.
El aire acondicionado y la contaminación resecan tus cuerdas vocales. Usa un humidificador y evita ambientes muy secos.
El café, los picantes y las gaseosas irritan tus cuerdas vocales. Prioriza alimentos frescos y evita lo que cause acidez.
Dormir poco o estar tenso debilita tu voz. Descansa bien para que tus cuerdas vocales recuperen su fuerza y elasticidad.
Aquí tienes dos vídeos uno para mujeres y otro para hombres con algunos ejercicios de calentamiento vocal.