El entrenamiento vocal se basa en la repetición de ejercicios para mejorar la técnica. Mientras que el coaching vocal se enfoca en comprender las necesidades, emociones y bloqueos del coachee, ofreciendo un acompañamiento integral. Imagina que tienes un alumno que siente miedo de hablar en público. No importa cuántos ejercicios de respiración le enseñes, si no trabajas en su seguridad y confianza, su voz no alcanzará su máximo potencial.
El coaching vocal es un proceso holístico que trabaja en tres dimensiones: fisiología vocal, estado emocional y psicología del aprendizaje. La voz es un instrumento muscular, y como todo músculo, necesita un enfoque integral para su desarrollo. No basta con entrenarla, también hay que comprender cómo la mente y las emociones influyen en su funcionamiento.
Un cantante inseguro, un locutor con estrés o un maestro que siente cansancio vocal, difícilmente podrán dar su mejor rendimiento. ¿Te ha pasado alguna vez que después de una discusión sientes la voz tensa o quebrada? Eso es porque las emociones impactan directamente en nuestro aparato fonador. Si queremos mejorar la voz, debemos trabajar en estas tres dimensiones.